Ganó Spotlight, aunque muchos no lo crean. Ayer domingo la cinta de Tom McCarthy destronó en la hora buena a la gran favorita, The Revenant, y se coronó en la noche más glamorosa y esperada de Hollywood.
Logró la hazaña en la noche que Leonardo DiCaprio, por The Revenant, por fin salió sonriendo de una gala de este tipo y conquistó la estatuilla dorada en su quinto intento.
Spotlight (En primera plana) –filme que describe las investigaciones de un grupo de periodistas sobre diversos casos de pedofilia en la iglesia católica de EE.UU.–, se impuso a The Revenant con cierto nivel de sorpresa, ya que la cinta Alejandro G. Iñárritu llegaba a la velada con doce nominaciones y casi todos los eventos previos conquistados.
En esencia Spotlight, que alcanzó la gloria gracias al favor de la crítica, su elenco de lujo y la tematica social que aborda, terminó siendo un lujo fílmico con el que la Academia, simplemente, cayó seducida.
No solo ganó el premio a mejor película, sino que triunfó en la rama de mejor guion.
A pesar de la derrota, The Revenant tuvo tres consuelos: DiCaprio ganó el Óscar a mejor actor, Iñárritu hizo historia al ganar la estatuilla a mejor director de forma consecutiva y Emmanuel Lubezki ganó el reconocimiento a mejor fotografía.
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Al recibir la estatuilla a mejor director, Iñárritu exclamó emocionado: "Es maravillso recibir el premio esta noche pero aún es más hermoso compartirle con el talento loco de mi equipo. Leo tu eres The Revenant, gracias por ponerle tu vida", dijo el cineasta mexicano.
Además, el premio de Iñárritu significó el tercer Óscar consecutivo para un mexicano en la rama de mejor director. El año pasado el mismo Iñárritu lo ganó por Birdman y el antepasado el reconocimiento recayó en Alfonso Cuarón, por Gravedad.
Por su parte, este año las categorías técnicas las dominó Mad Max: furia en el camino, que obtuvo los reconocimientos de maquillaje/peinado, mejor diseño de vestuario, mejor diseño de producción, mejor edición de sonido, mejor mezcla de sonido y mejor montaje.
Con seis estatuillas, Mad Max fue la película con más reconocimientos de la noche.
Además destacó Ex Machina, con el premio de mejor efectos visuales y The Revenant, por mejor cinematografía.
Por esta última, el fotógrafo Lubezki logró el tercer Óscar consecutivo de su carrera. El año antepasado lo ganó por Gravedad, y el pasado por Birdman. Sin duda, un logro histórico.
Pero la gran sorpresa latinoamericana provino de Chile, que con el cortometraje animado Historia de un Oso ganó primer Óscar para esa nación. Derrotó a Sanjay's Super Team producción de Disney-Pixar que era clara favorita.
"Venimos de Chile, el primer Óscar, ¡Viva Chile!", gritó su director Gabriel Osorio.
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Por su parte Daniel Castro, el guionista del corto agregó: "Dedico este logro a mi abuelo que fue quien inspiró esta historia" basada en la dictadura chilena.
En la rama de mejor película extrajera, por otro lado, la colombiana El abrazo de la serpiente no pudo contra la cinta húngara El hijo de Saúl.
Otro destacado momento fue el Óscar entregado a Ennio Morricone, que por Los ocho más odiados ganó el Óscar a mejor banda sonora. Se trató del primer estatuilla de su carrera, luego de cinco nominaciones fallidas.
"Gracias a la Academia por este reconocimiento, a Quentin Tarantino por la oportunidad. Le dedico este premio a mi esposa María", dijo Morricone.
De los intérpretes. A la victoria de DiCaprio, en la rama de mejor actor por The Revenant, se sumó otro esperado premio.
Brie Larson ganó el Óscar a mejor actriz principal. Lo hizo por Room, luego de haber ganado casi todos los reconocimientos en la temporada de premios.
Por su parte Alicia Vikander, por La chica danesa, conquistó el primer Óscar de su carrera. Ganó en la rama de mejor actriz de reparto pasando por encima de actrices consagradas como Kate Winslet (Steve Jobs), que había ganado el Globo de Oro y era una de las favoritas.
El premio SAG, habría sido el principal soporte de Vikander rumbo a la estatuilla.
Fue en la categoría de mejor actor de reparto donde todos quedaron extrañados. Ganó Mark Rylance, de Puente de espías, que como antecedente en la temporada de premios solo había ganado el premio Bafta.
Así, Rylance, enterró el sueño de Sylvester Stallone de ganar el Óscar por su trabajo en Creed. El Globo de oro lo había ilusionado con esa posibilidad.